La Vida es Una Constante Meditación

A pesar de que muchas veces nos sentimos muy desconectados de nuestro ser, la vida es una constante meditación.

En el sistema de meditación que viene, generalmente, del oriente, uno, se estimula con mantras u otros ingredientes importantes (ej., respiración, silencio, postura de las manos (mudras), música, inciensos, posición del cuerpo), y durante el proceso tratamos de no ponerle mucha atención a nuestros pensamientos. En algunos casos, la meditación está diseñada para eliminar nuestros pensamientos y toda la actividad mental. Ese momento de meditación nos hace  transcender  de  un estado (o experiencia cognitiva) a otro (a). Una de esas experiencias cognitivas transcendentes es la vacuidad.

Paradojalmente para muchos, la vida cotidiana (ej., trabajar, cocinar, hacer ejercicios, socializar, tejer, jardinear) también es una gran meditación. Quizás, es una meditación de distinta naturaleza. En esta realidad  cotidiana  tenemos también muchísimos estímulos como resultado de instrumentos o situaciones que están presentes, para transcender de un estado a otro (ej., energías, intenciones, lenguajes, formas de transformación y bienestar, sufrimiento, alegría, estrés, rabia, propósitos, comportamientos, esfuerzos).

En cada momento, esta cotidianeidad está estimulada por pequeños instantes o situaciones, donde la mente reconoce experiencias cognitivas definidas como relevantes. Estas pueden ser de un carácter placentero, atractivo, interesante, estimulantes, sorprendentes, o como resultado de un me gusta o no me gusta, un lo deseo o no lo deseo, un lo necesito o no lo necesito, etc.

Una de las traducciones más conocidas de todas estas experiencias es una gran variedad de  pensamientos. Ellos van y vienen, se entrelazan, se refuerzan, se movilizan…

Cada mañana me levanto con grandes deseos de continuar con esta bellísima vida terrenal, a pesar de lo desagradable o desilusionante que pudiese ser en algunos momentos. Inmerso en ese proceso diario, he querido compartir con ustedes esas experiencias cognitivas, y los pensamientos y reflexiones, que surgen a través de mi mente, cuerpo, palabra y espíritu y que, muchas veces, me mueven a un estado meditativo de transcendencia.

No hay una lógica pre-concebida en  ese  proceso.  No hay una secuencia bien definida, o una coherencia a simple vista. Pero, con el tiempo, me he dado cuenta que el conjunto de todos los pensamientos  que  he compartido en estos últimos años, surge un tejido subyacente que muestra un camino recorrido y otro por recorrer. Va mucho más allá de la contingencia e inmediatez.

Este libro es un testimonio de ese camino. Compila lo que he publicado en el Facebook, desde el 13 de enero, 2013, día del Calendario Maya Kitche que reconoce la manifestación del EL AQKABAL: “El Nuevo Amanecer”.

Ojalá les guste y les sirva como estímulo para meditar, transcender o auto realizarse.

Dedico este libro María Jesús, María Anastasia, Kala, Rafaella, Amador, Davor y Clemente, mis nietas y nietos (y los que vendrán).

Que se transformen en grandes meditadores de la dimensión transcendental de la vida.

Agradezco vivamente a Nicolás Palomo R. (“Nico”), quien diseñó este libro. Para él, mucha salud y muy larga vida.

Alfredo Sfeir Younis – Dzambling Cho Tab Khen